martes, 9 de diciembre de 2014

Horarios

Recuerdo la primera vez que fui a Inglaterra, que una de las cosas que más me llamó la atención eran los horarios que tienen allí. Eso de cerrar los comercios a las 17:30 y cenar sobre las 18:00, y pensaba "están locos estos ingleses". Ahora lo que pienso es que los que estamos locos somos nosotros, y que ya podríamos aprender de ellos.

Es verdad que está muy bien poder salir a comprar hasta las 8, las 9 de la noche o incluso hasta más tarde en algunos sitios, pero me parece que para los trabajadores es una barbaridad, aunque lo hemos asumido como normal.

Siempre he defendido que se debe trabajar para vivir, no vivir para trabajar. Aunque se trabaje duro, debe haber siempre tiempo para el ocio, para la familia o para los amigos más allá del fin de semana.
En mi último trabajo mi horario era casi siempre de 15:00 a 22:00, por lo que tenía las mañanas libres para hacer lo que quisiera, aunque al trabajar de lunes a sábado, el fin de semana se me hacía cortísimo. Pero las últimas semanas me cambiaron de tienda y tenía que trabajar de 9:30 a 15:00 y de 18:00 a 21:00, eso sin contar con que había que recoger, barrer y fregar la tienda y hacer caja todos los días, después del cierre, y ese rato no entraba dentro del horario estipulado.

Para empezar, creo que habría que acabar gradualmente con la jornada partida y cerrar antes los comercios. Es una locura parar tres o cuatro horas para comer, y reanudar la jornada laboral. Es un rato en el que en lo que llegas a casa y vuelves, sólo te da tiempo a preparar la comida, comer, y como mucho sentarte un ratito a ver la tele o a descansar en el sofá si el trayecto no es muy largo. Luego llegas a casa de noche, para cenar, ver otro rato la tele, leer o lo que sea, e irte a la cama. ¿Y qué pasa si quiero pintar, ir al gimnasio, apuntarme a clases de inglés o de punto de cruz?.

Si no se puede hacer jornada contínua tipo funcionario, creo que tampoco pasa nada por llevarse la comida al trabajo, parar media hora para comer (para cualquier empresa tampoco supone mucho gasto tener un microondas), seguir trabajando e irse a casa con unas cuantas horas por delante para disfrutar de la familia o de tus hobbies.

En el caso del comercio, estoy convencido de que la gente se adapta a lo que se le ofrezca. No creo que en el Reino Unido o en otros países de Europa los comercios vendan menos por cerrar antes que aquí. Sin embargo, en España cada vez retrocedemos más. Se abre más festivos, se cierra más tarde...

¿Qué os parece a vosotros? Espero vuestros comentarios y si queréis discutimos sobre el tema. Ilustro esta entrada con uno de mis últimos cuadros, que podría perfectamente representar lo que es volver a casa de noche.

Otra noche sin dormir, óleo sobre tabla, 120 x 81